martes, 26 de febrero de 2008

Los Prerrafaelitas III: William Holman Hunt (1827-1910)

Hunt, desarrolló algunos de los lienzos más característicos del pensamiento del movimiento prerrafaelita, como “La vigilia de Santa Inés” (1848), pero a su ve realizó obras que desataron a la crítica como “Una familia inglesa convertida al cristianismo protege a un misionero de la persecución de los Druidas” (1849-1850), pintura que fue atacada con dureza por la crítica, ya que la interpretaron, sin razón, como un adhesión de los prerrafaelitas al catolicismo y a la iglesia de Roma.
Una de las obras mas conocidas de Hunt es “Valentino libera a Silvia de Proteo” (1850-1841). Representa la cuarta escena del quinto acto de la obra de Shakespeare “Los dos gentiles hombres de Verona”. Valentino perdona a Proteo, que había tratado de seducir a su amada menospreciando la amistad que los unía. Al fondo se ve llegar a un grupo de soldados, guiados por el duque de Milán que, al final de la comedia, se reconcilia con su hija Silvia y con Valentino. Hunt, estudio y se documentó sobre la historia para reproducirla lo mas fidedigna posible. Se inspiró en las tablas del British Museum de Bonnard sobre trajes de la historia para realizar la vestimenta de los personajes. Los modelos elegidos para representar a los personajes fueron James Lennox Hannay, en el caso de Valentino y James Espinal en el de Proteo. Silvia es recreada por la figura de Eleanor Siddal, que acababa de ingresar en la hermandad. El cuarto personaje que atisbamos en la escena es Julia, la Novia de Proteo. La expresión poco convencida y de incertidumbre de la muchacha revela los sentimientos opuestos que la atormentan. Su tensión se aprecia también en las manos, que hacen girar con nervios el anillo que Proteo le había regalado como prenda de su amor.


“El chivo expiatorio” (1854-1855)la pintura es uno de los mejores ejemplos de la atmósfera de fervor religioso que caracterizó la vida y las obras de Hunt. El artista realizó la obra en Jerusalén, inspirándose en el pasaje del Levítico (16, 7-10) en el que Dios ordena a Moisés llevar dos chivos al tempo el día de la penitencia: uno deberá ser sacrificado; el otro, abandonado en el desierto. Lo fulminante de la obra no es la figura sedienta del chivo, si no el maravilloso paisaje que Hunt a sabido reflejar en el cuadro.

“El hallazgo de Jesús en el Templo” (1854-1860). En la parte superior del marco el pintor escribió con letras de oro, el título, y sobre los otros tres lados el pasaje del evangelio de San Lucas al que se refiere a este episodio (desvelando así el fanatismo religioso de Hunt). Cuando Hunt decidió realizar la obra se encontraba a orillas del río Nilo. Más tarde cuando llegó a Jerusalén se documentó en la biblioteca de la ciudad, e hizo que le tradujesen el talmud. Participó el mismo en varios ritos de la religión hebrea para realizar el lienzo con la mayor rigurosidad histórica posible. Deseaba tanto realizar un cuadro real que sólo quiso que posasen para él semitas, pero encontró trabas, ya que se negaban a posar para un cristiano. Tras varios intentos y gracias a amistades importantes logró conseguirlo. El mendigo ciego, relegado al exterior del edificio, representa simbólicamente la censura espiritual de los sacerdotes del templo, incapaces de reconocer en el joven Jesús al verdadero salvador. Además fue interpretado como una premonición sobre el futuro de miseria y persecución por el pueblo hebreo en los siglos posteriores. La mujer músico crea sonido con un sistro, un instrumento ritual en bronce u otros metales que consiste en una lámina con forma de herradura atravesada por varillas móviles transversales, ya era utilizado en la antigüedad egipcia. El lienzo sirvió para crear un grabado en 1867, tendría mucha difusión en libros de la época.


“La sobra de la muerte” Comenzada en abril de 1870 en Jerusalén, fue terminada en Londres en 1873. De la pintura se obtuvo un grabado, tan popular que se convirtió en símbolo de la religiosidad victoriana. La imagen nos revela a un cristo en pose de crucificado pero sin la cruz, ofreciendo su sombra mística de salvación a los hombres. El escenario curiosamente es el taller de su padre. La imagen femenina, pretende ser maría, la cual anonada contempla la imagen de su hijo crucificado, el arco de la ventana hace el efecto de nimbo sobre la cabeza del crucificado. En la parte superior de la ventana, hay una estrella, no es la de David, si no la de Navidad, recordándonos el nombre de Cristo Emanuelle, que significa Dios entre nosotros. Entre los rollos debajo de la ventana encontramos desplegada la profecía de Isaías que habla del hijo de Dios que ah de venir. A través de la ventana observamos la figura de un olivo, aludiendo a la ultima oracion terrenal de cristo con el padre, y recordemos que la paloma porta un olivo… es una alusión somera a la trinidad. Los pilares de la ventana podrían estar también aludiendo a los pilares del Templo de Jerusalén. Entre la sombra y la pared, hay una figura de bronce, en forma de serpiente, alude al pasaje del génesis de moisés y la serpiente.

“La dama de Shalott” (1886-1905). Fue su gran obra final, ya que tubo que abandonar la pintura debido a la falta de visión, de hecho la obrase paralizó en 1890 y fue concluida por sus ayudantes en 1905. Está basado en el poema homónimo de Tensión de 1842, se inspira en las antiguas leyendas artúricas, pero la trama es de gran carga fantástica. La dama teje en una tela mágica las imágenes de los que pasan cerca de su castillo, directos a Camelot. Víctima de un maleficio, puede ver sólo a los viajeros a través de un espejo. Cuando pasa Lancelot, el espejo se rompe; la dama sube en una barca pero, pero una vez junto al castillo de Camelot, muere de amor. Tennynson, al ver la obra encolerizó, porque a su criterio, Hunt, no había sabido transmitir el sentimiento de la obra si no que, había querido reflejar en la pintura la síntesis de su propia visión moral y estética, el testamento espiritual de su arte.
Un seguidor de Hunt, Alfred Waterhouse, realizó entre 1887-1888 otra Dama de Shalott. En esta versión extremadamente bella del poema de Tensión, el artista ha representado a la dama poco antes del trágico epílogo. Ella ya no es una poderosa bruja, sino una muchacha indefensa, y el elegante vestido ha sido sustituido por una simple túnica blanca. La mirada ausente y los brazos abandonados indican su rendición al destino mientras es amparada por una naturaleza minuciosamente pincelada.
Hunt, tendra una serie de seguidores de su obra. Defensores de un cuidado realismo pictórico, incluso en los temas literarios o mitológicos, autores de cuadros religiosos y rígidamente moralistas. Entre estos seguidores del maestro Hunt destacan Hughes, Dyce, Wallis, Bowler, Brett y Lindsay Windus. Crearán obreas tan representativas del movimiento como “La muerte de Chatterton” (1856), de Henry Wallis, ( a mano derecha) que será una polémica denuncia a la indiferencia de la sociedad, que empuja al joven y bello poeta al suicidio.
O como “Ophelia” (1852) de Arthur Hughes. El pintor afrontó muchas veces el tema del amor romántico. El ánimo perturbado de la muchacha es evocado en los tonos oscuros del paisaje, que parecen presagiar su trágica muerte por amor.

Nació en abril de 1827.En 1844, tras dos intentos sin fruto fue admitido en la Royal Academy. En 1845 ya estaba exponiendo su obra en la Royal Manchester Institution. En enero de 1854 dejo su Inglaterra natal para viajar por tierra santa y Egipto, en compañía del pintor Thomas Seddon. Regresó tres veces mas, viajes que marcaron profundamente su lenguaje pictórico.

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