lunes, 11 de febrero de 2008

Los prerrafaelitas I


A continuación, comenzamos una sucesión de varias entradas dedicadas a acercar a nuestro conocimiento el la hermandad prerrafaelita. Para poder entenderla, debemos, primero, situarnos en el contexto artístico de la época, que no es otro que el periodo romántico, para, después, entrar en detalle describiendo a los artistas más importantes de este movimiento.

El romanticismo fue un extenso movimiento cultural nacido en Alemania e Inglaterra a finales del siglo XVIII y que duró hasta más o menos finales del siglo XIX. ¿Por qué romanticismo? Con el termino Romantic, los críticos de la época despreciaron al nuevo estilo, indicando que su obra era fantástica e irreal, como lo que se cuenta en una novela. Los nuevos poetas se apropiaron del nombre en contraposición a las críticas artísticas del momento con intención provocativa. Propugnaron la superioridad de la fantasía y el sentimiento sobre la razón, buscando así una conversación íntima con la naturaleza. Revalorizaron el arte y la cultura de la Edad media y políticamente se situaron al lado de los movimientos liberales.

La reina Victoria fue coronada en junio de 1838, con la corta edad de diecinueve años. Dos años más tarde, se casó con su primo Alberto de Sajonia-Coburgo, que murió 21 años después. El largo reinado de la reina Victoria supuso para la Inglaterra del XIX unos cambios radicales: de ser un país agrícola pasó a ser una de las más grandes potencias coloniales del mundo y la primera potencia política mundial. La burguesía empresarial conquistó el poder político de forma pacífica, sin enfrentarse a la aristocracia renacentista. La época victoriana marcó el triunfo de los valores burgueses, pero, sobre todo, la fe en el progreso y en la prosperidad del país.

En 1848, William Hunt, Dante Gabriele Rossetti, su hermano William Michael Rossetti y John Everett Millais, fundaron la confraternidad de los prerrafaelitas. A la sociedad, se Irán sumando poco a poco diferentes autores de las artes de la Inglaterra victoriana. Su lugar de reunión fue el estudio de Hunt o la casa paterna de Millais. El nombre elegido por la sociedad indica el rechazo a las obras tardías de Rafael, del manierismo y del neoclasicismo, pues ansían un acercamiento a la naturaleza de los recién descubiertos pintores primitivos. Este movimiento anheló un regreso al medievo y sus seguidores afrontaron su día a día preocupados y a la vez fascinados por el avance tecnológico que se estaba dando en la sociedad de la reina Victoria.

Los prerrafaelitas no fueron los primeros ni los últimos en interesarse por el medievo. Si en el iluminismo fue considerado como una época oscura, dominada por la ignorancia y la superstición, el romanticismo comenzó su revalorización y su descubrimiento. El mayor impulso procede de los escritores, en particular de Walter Scout, que con Ivanhoe estableció la moda de las novelas históricas. El primer acercamiento de los pintores a la Edad Media tiene lugar a través de algunas obras de Shakespeare, tan radicadas en el imaginario colectivo como para ser inmediatamente reconocibles. Poco a poco, el interés por las obras medievales fue adquiriendo importancia, como, por ejemplo, La divina Comedia de Dante, en la cual Rosseti encontró su gran inspiración.

Antes de pasar a describir el primer artista de esta hermandad, hemos de mencionar que el misticismo romántico llevó a alguno de ellos a abrazar de manera intempestiva la fe católica, lo que suponía un verdadero baldón en la rígida Inglaterra anglicana.

Ford Madox Brown

No llegó a formar parte de la hermandad, pero compartió todos sus principios, manteniendo con los integrantes de la fraternidad una gran amistad y compartiendo su el interés por la pintura medieval e intolerancia hacia el clasicismo académico. Era mayor que los otros prerrafaelitas, ya que había nacido en 1821. Fue un aventajado alumno de Jacques Louis David en París, que viajó a Roma, donde descubrió el espectacular mundo de la pintura Italiana, que influyó tremendamente en su estilo posteriormente. En 1846, regresa a Inglaterra donde conoce a Rossetti, el cual le solicita lecciones de pintura y le presenta a Hunt y a Millais, a quienes transmite cuanto había aprendido en su estancia en Roma.


Trabajo (1852-1863)
La pintura fue encargada por Mister Plint, un coleccionista de Leeds. Fue expuesta, en 1865, en la Picadilly Gallery. En este cuadro, quiso tocar un tema delicado como es el trabajo. Se trata de una celebración de la mencionada actividad, fiel al espíritu victoriano de la época. Madox sitúa a los excavadores en el centro, presentados en una actitud épica. El hombre que se encuentra de pie adquiere una pose heroica y majestuosa con una rosa entre los dientes, como símbolo del poder británico. Como vemos, desde el verdulero harapiento (derecha) hasta los cantantes transeúntes que cantan para ganarse el pan son recogidos en esta obra. Además, en el centro inferior, aparece una burguesa regañando a su hijo para que deje de oír a los músicos y la siga. En el cuadro, a la izquierda, aparece Thomas Carlyle, autor de Pasado y presente y, a su izquierda, con un libro en la mano, encontramos a Maurice. Es una representación de los intelectuales que, aun pareciendo perezosos, trabajan con la mente, coordinando la actividad y determinando la felicidad de otros.








El traje de colores
(1864-1866)
La pintura ilustra el episodio bíblico extraído del génesis (Gn 37, 32). Los hijos de Jacob, en el que, tras haber vendido éstos a su hermano José a los israelitas, muestran al padre su traje ensangrentado, para hacerle creer que fue víctima de una fiera.






Jesús lava los pies a pedro (1852-1856)
La pintura está colocada junto a Cristo en casa de sus Padres de Millais por su humilde y sencillo realismo. Los personajes parecen personas corrientes y su actitud parece totalmente natural.



Haydee descubre el cuerpo de Don Juan (1870-1873)
El tema está sacado del Don Juan de Lord Byron (canto II, versos 110-112). En él, Don Juan naufraga en una de las islas Cicladas y es salvado por Haydee, con la que tendrá una infeliz historia de amor. Vemos, aquí, de nuevo el tema del amor fatal tan tratado por los prerrafaelitas. Por encima de la diagonal que divide en dos el lienzo podemos observar un paisaje rocoso minuciosamente cuidado. La figura de Don Juan, está cubierto por un palo blanco como símbolo de pureza e inmortalidad, como si de un cristo muerto se tratara. Haydee, semejante a una María dolorosa, descubre a su amado bajo la mirada atenta de una testigo.

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