domingo, 3 de febrero de 2008

Inmaculada Concepción (Vicente Macip, 1531-1535)

La atribución de este lienzo dedicado a la Inmaculada Concepción de María ha traído de cabeza a los historiadores del arte durante siglos y es, posiblemente, uno de los aspectos más interesantes de la imagen, junto con su rica iconografía postrentina. En un principio, fue atribuida al valenciano Juan de Juanes, pero diversos estudios confieren su autoría al padre de éste, Vicente Macip (1480 – 1550), ya que los rasgos estilísticos de la pieza se acercan más a la obra pictórica del último.

La factura que encontramos en Macip es más apretada, los perfiles más duros, más solemnes las figuras y los plegados de las vestiduras más estrechas. El fondo dorado es un claro legado medieval, al igual que la utilización de filacterias (cinta con inscripciones o leyendas, que suele ponerse en pinturas o esculturas, en epitafios, escudos de armas, etc.). De Juanes se vale de composiciones empleadas por su padre, pero de realización más suave, contornos menos firmes y más esfumados y blandos, lo que le diferencia de la representación escultora de Macip. También los plegados son más amplios y más luminoso el color en la versión del primero. El profesor Salas, estudioso de la imagen, notó analogías de la misma con el retablo de la catedral de Segorbe, lo que le llevó a interpretar que la inmaculada formó parte de este conjunto, fechado entre 1531 y 1535, años aceptados posteriormente en estudios como el de Díaz Padrón en 1982. Además, se basan en el argumento de que la imagen servía para reforzar el libro publicado en 1531 por Mosén Juan Gómez titulado “Triunfo de la Inmaculada concepción de Nuestra Señora”.

Como ya mencionábamos antes, esta Inmaculada Concepción coincide con la idea de la Purísima descrita por Francisco Pacheco (1564 – 1654), quien fija la iconografía respecto a esta representación mariana: “No tiene niño en los brazos, antes tiene puestas las manos, cercada de sol, coronada de estrellas, la luna a sus pies, con el cordón de San Francisco a la redonda (…) Hase de pintar con túnica blanca y manto azul (…) vestida de sol, un sol ovado de ocre y blanco que cerque toda la imagen unido dulcemente con el cielo (…) debajo de los pies la luna (…) suélese poner en los altos del cuadro Dios padre o el Espíritu Santo, o ambos con las palabras del esposo” (Arte de la pintura, T. II, Libro III, pp 209-212).

La Inmaculada aparece con la mirada baja, descendida del cielo sobre un cuarto de luna y rodeada de los símbolos de las letanías lauretanas. En el siguiente link se puede leer la historia de las letanías y el texto tanto en latín como en castellano:

http://www.santorosario.net/espanol/letanias.htm

La virgen coronada por la santísima trinidad fue una aportación iconográfica de la tradición española. En los siglos XV y XVI, la iconografía de María Tota Pulcra alcanza esta representación rodeada de sus símbolos.

Las dos filacterias debajo del padre y del hijo dicen: “Tota pulchra est amica mea… Et macula non est in te”, esta frase esta sacada de el libro del Antiguo Testamento El cantar de los cantares que dice “Eres del todo hermosa amada mía; no hay tacha en ti” (Cantar de los cantares IV, 7). Los símbolos se rodean de nuevas filacterias de la letanía lauretana:

  • El ciprés con el lema: “Sicyt Cypres in Syon” (sacado de un himno litúrgico).
  • El Sol con el lema: “Electa ut sole” (cantar de los cantare VI, 9).
  • La puerta con el lema: “Porta celi” (Génesis XXVIII, 17).
  • La vara Florida con el lema: “Virga Jesse floruit” (Ezequiel VII, 10).
  • El pozo con el lema “Puteus aquarum viventiun” (Cantar de los cantares IV, 15).
  • El rosal con el lema: “Rosa in Iherico” (sacado de un himno litúrgico).
  • El olivo con el lema “Oliva speciosa in caelum”
  • El jardín cerrado con el lema: “Hortus Conclusus” (Cantar de los cantares IV, 12).
  • La estrella con el lema: “Stella Maris” (sacado de un himno litúrgico).
  • La ciudad con el lema: “Civitas Dei” (Salmo LXXXVI, 3).
  • La palmera con el lema: “Palma in cades” (sacado de un himno litúrgico).
  • El espejo con el lema: “Speculum sine macula” (Sabiduría VII, 26).
  • La torre de David con el lema” Turris Davidica” (Cantar de los cantares IV, 4).
  • El lirio con el lema: “Lilium interspinas” (Cantar de los Cantares IV, 4).
  • La fuente con el lema: “Fons Signatus” (Cantar de los cantares IV, 15).
  • El cedro con el lema: “Cedrus exaltata” (Eclesiastés XXIV, 17).

La virgen está representada como la mujer apocalíptica de la visión de San Juan (Apocalipsis XII, 1-6). La imagen, como ya hemos dicho, responde a la nomenclatura “Tota Pulchra” y el áurea de sol que irradia hace que estas imágenes sean, a su vez llamadas, “Amicta sole”. En la imagen que nos presenta Macip, observamos que, ya no sólo se representa la asunción de la virgen a los cielos en cuerpo y alma, si no que Padre, hijo y espíritu santo la reciben y la coronan como reina de los cielos. Por tanto, se funde la asunción con la coronación de la virgen. En la parte superior, tanto a la derecha como a la izquierda, se vislumbran querubines que hacen de testigos de la escena y a la vez representan la divina corte celeste.

Esta tipología de asunción de María rompe con la anterior que se venía desarrollando desde los inicios de la edad media, la cual representaba la concepción sin pecado de la virgen mediante el abrazo en la puerta dorada de Jerusalén, significando el beso entre los padres de la virgen su concepción sin pecado.

La iconografía y literatura renacetista tras el Concilio de Trento y la barroca en especial exaltaron la figura de la divina concepción de la virgen María en reacción contra las difamaciones vertidas por protestantes como Lutero que negaban la encarnación sin pecado de la madre de Cristo. Artistas como Alonso Cano, Franciso Zurbarán, José Ribera (podemos verla a la derecha), El Greco o Murillo crearan lienzos con imágenes impactantes de la Inmaculada Concepción de la virgen María.

Por último, la literatura de la época moderna también nos deja bellos textos exaltando la pureza del origen de Maria:

¿Luego en gracia puede ser redimida y concebida?
Sí, pues con eterno aviso,
ni lo extraño ni lo dudo,
Dios quiso hacer cuanto pudo
y pudo hacer cuanto quiso.
¿Luego que sea es preciso esta Virgen escogida para Madre,
preferida
en todo, siendo en su estado concebida sin pecado, y con sangre redimida?
...
Pues victoriosos nos vemos
con el eterno blasón
de esta pura Concepción,
al Cielo mil gracias demos.
Himnos en su honor cantemos,
por tal dicha, gloria tal.
Esta Niña Celestial,
de los Cielos escogida,
es la sola concebida
sin pecado original.

Pedro Calderón de
la Barca

O este precioso himno de Lope de Vega:

Hermosa Virgen, cuando el templo santo
de Salomón se edificó, ni oído
golpe tocó, ni fue jamás sentido
que la posteridad cubrió de espanto.
Ni se tocó su religioso manto
por guerra alguna en el marcial vestido,
ni el pacífico trono esclarecido
humanas armás se atrevieron tanto.
Vos, pues, cuando en el claustro soberano
de vuestra madre, o Reina, previnísteis
a Dios el templo que labró su mano,
libre del golpe de la culpa fuísteis,
ni contra Vos se levantó tirano,
que, desde que Él lo dijo, le vencísteis.

Lope de Vega

1 comentario:

Daniel Yanez-Gonzalez dijo...

Amigo, muchas gracias por compartir con nosotros este excelente post.

Paz.

Daniel.